Llega el verano, el buen tiempo y las ganas de estar en la naturaleza, lejos de la ciudad y rompiendo nuestra rutina diaria.
Normalmente incrementamos la exposición al sol, al viento y estamos más al aire libre. Nuestra piel lo nota, debemos prepararla para que tenga un aspecto más sano, joven y luminoso.
La mejor forma para preparar la piel es a través de la exfoliación cutánea. De esta forma, se eliminan las células muertas más superficiales de la piel y se promueve la renovación celular, potenciando así la creación de nuevas células epiteliales por parte de la epidermis.
Existen diferentes formas y productos para exfoliar la piel. Conviene conocerlos bien y tomar precauciones para elegir la opción óptima para cada tipo de piel.
Los exfoliantes que encontramos en el mercado pueden ser:
Exfoliantes químicos o peeling químico: su forma de actuar es a través de sustancias ácidas o enzimas. Se aplican sobre la piel limpia y se dejan actuar. Dichos productos químicos actúan por abrasión sobre la piel, eliminando las células muertas. Se recomienda tomar precauciones en pieles sensibles o reactivas.
Exfoliantes física o mecánicos: el mecanismo de acción es a través de un proceso de fricción mediante los pequeños gránulos contenidos en el exfoliante. Conviene aplicarlo mediante suaves y ligeros movimientos sobre la piel para evitar irritar o exfoliar en exceso.
Una piel renovada y exfoliada proporciona múltiples beneficios, que se verán reflejados en nuestra piel:
- promueve la regeneración celular de las células epiteliales, favoreciendo la eliminación de células muertas superficiales y obteniendo una piel más luminosa y brillante.
- previene la obstrucción de los poros de la piel, impidiendo la aparición de comedones, granitos, rojeces o manchas.
- maximiza los efectos de los cosméticos que nos aplicamos, ya que la piel absorbe mejor los nutrientes sobre la piel renovada.
- fomenta el riego sanguíneo y la eliminación de toxinas.
- potencia la generación de colágeno para mantener la piel elástica y joven.
- favorece un bronceado uniforme de la piel, disminuyendo la aparición de manchas solares.
No olvidemos tomar las precauciones necesarias en el uso de exfoliantes tanto corporales como faciales. Por ello recomendamos:
- No exfoliar la piel inmediatamente antes de exponerse al sol.
- Aplicar el exfoliante 1 o 2 veces por semana según el tipo de piel.
- Usar exfoliantes formulados con ingredientes naturales adaptados a tu piel, que no contengan agentes irritantes que puedan dañar tu piel, crear rojeces, sensibilidad o alergias
Incorporar en nuestra rutina habitual una exfoliación facial y/o corporal, 1 o 2 veces por semana según nuestra tipología de piel, estará indicado para todo tipo de pieles y especialmente adecuado para pieles expuestas al maquillaje y a la contaminación ambiental.
La exfoliación cutánea es un nuevo paso, muy recomendable en la rutina diaria, que proporcionará un aspecto de la piel mucho luminoso y saludable y permitirá mantener la piel más cuidada y protegida por más tiempo.
